Un pobre poeta que casi no existe,
de los que han quedado, como ayer
dijiste,
aquí con sus llagas, que no olvida
Dios,..
Cruz Salmeron Acosta
Detenido frente al
puerto junto a
la esquizofrenia ,
el tiempo decanta en su
tinaja.
El casco histórico levanta sus bisagras
el pasado.
Se oye el Manzanares a lo lejos
y el cumanés va en su andar,
en su rostro desprendido.
Las piedras iluminadas
llevan una flor
en la solapa por
altamar,
y una luna discreta.
dejan ver la tez
impresa, el sello,
el hilo que desciende y
besa,
arpegios
su íntimo bosquejo
de una ciudad escrutada.
Mientras, el mar
solloza (Parte II)
en silencio
lágrimas dulces,
balbucean el estribillo
del duende.
Festejan el peregrinaje
de la noche,
las gaviotas,
alzan sus ojos y se
deslizan
en manadas
hacia su antiguo
refugio en pleamar.
Voces
se hacen con nostalgias
y el caracol
levanta espirales,
invocan
al resonar
oculto.
La dama de piel moscada
en la orilla tersa
oye,
en su corazón,
el
laberinto
antiguo.
El parto
de un adiós temprano,
increpa
la embriaguez,
y las estrellas íntimas
se persiguen
con la brújula
del instinto hacia sus barcas.
Un canto inscrito
en la elipsis,
el País
irá lejos,
con sus cabezas entregadas
al antiguo encuentro.
El mar solloza dulce
en su melodía
La dama
enjuaga sus pies
y desnuda
bajo el embrujo
un suave aroma moja su tez.
Los pájaros van elevados
con la mirada
ciega
a su latifundio.
El viento
los enhebra
como marionetas
entre selvas nubosas,
y el azul impasible
de los labios del sueño.
¿ Adónde estarán
los versos del peregrinaje tropical
y el amor inmemorial ?
Silencios,
callan descubiertos,
abrasando la espera.
Luis Gilberto Caraballo
Poemario inédito 2015